El próximo sábado 28 de mayo en París, la ciudad que accidentalmente por el descarte de Moscú cómo sede originaria debido a la guerra en Ucrania, acogerá la final número 72 de la Historia de la Champions League. Se celebra uno de los mejores partidos de la última década: Liverpool FC vs Real Madrid CF. Será la tercera vez que británicos y españoles se enfrenten en la máxima final continental con 1 victoria para cada uno de ellos. Después de dos temporadas donde la pandemia ha provocado modificaciones en los calendarios y aforos, afectando estos a la explotación comercial y a la experiencia en vivo de los aficionados al fútbol, la nueva realidad, la normalidad más absoluta acompañará al evento donde millones de espectadores de todo el mundo disfrutarán en directo y en sus casas.
Las trayectorias de uno y otro equipo esta temporada no han sido precisamente plácidas ni paralelas. Los de Klöpp viene tras arrasar en la fase de grupos y pasar con cierta holgura las diferentes eliminatorias gracias a ganar siempre el primer partido. Sus víctimas fueron Inter de Milán, Benfica y Villarreal, la revelación de la competición. Por su parte, al más puro estilo heroico los de Chamartín doblegaron, tras quedar segundos en la fase inicial, a PSG, Chelsea y Manchester City después de remontar en los últimos minutos de los tres partidos de vuelta resultados adversos. Ese ADN, esa constancia y espíritu del conocido “Hasta el final, Real” le valdrá la posibilidad de ganar su 14ª UCL.
El encuentro supondrá, por otro lado, una oportunidad de revancha para los ingleses de la final de 2018 que será recordada por los errores del portero Karius, la lesión de Ramos a Salah y el excelente gol de chilena de un Bale que ya no cuenta desde hace meses para Ancelotti, un entrenador que ha conseguido manejar el estado de forma de un equipo muy veterano de una manera brillante estando Benzema, Modric, Carvajal en un momento envidiable, además de haber ayudado en el crecimiento de los brasileños Rodrygo y Vincius Jr. Dijo de ellos que los jugadores eran sus amigos. ¿Existe una mejor definición de liderazgo y sabiduría en la gestión de grupos?
En lo que respecta a los chicos del alegre teutón éste tiene la mejor plantilla de los últimos años, acertando en el fichaje hivernal de Luis Díaz y sin haber perdido a ninguna de sus estrellas. El ecosistema del vestuario, la solidez y la ambición de un grupo muy compensado en todas sus líneas son garantía de éxito, favoritos incluso, para un título que se les resiste desde 2005 en aquella remontada épica al AC Milán del mismo Ancelotti y que estaba dirigido por el español Rafa Benítez.
Esperamos un partido muy igualado con bastante interrupciones en los primeros minutos, con Salah y Vinicius siendo los protagonistas en ataque en los primeros minutos, y creemos que con un resultado corto, de pocos goles, haciendo valer la madurez y el talento emocional de unos jugadores curtidos en mil batallas y con dos directores de orquestra con la capacidad suficiente para hacer sentir a sus jugadores preparados para volver a casa acompañados del mayor de los trofeos desde la ciudad del amor y de los sueños, esos sueños que aficionados y responsables de márketing van a saber disfrutar y gestionar a partes iguales.